jueves, 22 de julio de 2010

Libros para llevar en el equipaje veraniego



Les dejo algunas recomendaciones de lectura, libros que pienso vale la pena meter en el equipaje de verano:

Tres vidas de santos,
de Eduardo Mendoza.
Editorial Seix Barral.
Un volumen integrado por tres novelas cortas, escritas por el mejor Eduardo Mendoza: elegante, sencillo, humorístico, tierno. Descacharrante la primera historia, acerca de un obispo centroamericano que asiste al Congreso Eucarístico celebrado en Barcelona en 1952 y por azares del destino queda varado en esta ciudad. Todo el libro se lee de un tirón.

Viaje al poder de la mente,
de Eduard Punset.
Ediciones Destino.
Eduard Punset nos conduce a través de la caja de sorpresas que es nuestro cerebro, y nos las va descubriendo una por una con lenguaje llano, ameno y sobre todo, didáctico. Mucho más contenido que en algunas de sus apariciones televisivas, Punset se limita en este libro a divulgar contenidos científicos de altura evitando las elucubraciones y otros desmelenes que suelen acompañar al animal televisivo que es.

Amarilis
de Antonio Sarabia,
Editorial Belaqua.
Lo mejor que he leído en novela en castellano en muchos años. Escrita por un mexicano, Amarilis pinta un fresco fascinante de la España del Siglo de Oro, a años luz en cuanto a veracidad, documentación y calidad literaria de las novelitas de espadachines que pergeña cierto gacetillero contemporáneo. Antonio Sarabia se centra en la figura de Lope de Vega, autor teatral cuyos estrenos ocasionaban tumultos en el Madrid de la época. Amarilis arranca precisamente en uno de esos estrenos en un corral de comedias. La trama fluye a la vez en el escenario y en el palco, en el gallinero y en la platea, de modo que la pluma prodigiosa de Sarabia escribe para nosotros a la vez una obra de teatro del siglo XVII que podría haber firmado el mismo Lope de Vega, y un retrato de las costumbres, manías, intereses, intrigas, bajezas y en definitiva de la vida misma de una ciudad que por entonces ya estaba invadidada por los "coches, coches, coches...".

Elogio del panfleto y reivindicación de la demagogia,
de José María Izquierdo.
Editorial La hoja del monte.
Las opiniones del ciudadano José K, que el periodista José María Izquierdo viene publicando ocasionalmente en El País, recogidas ahora en un volumen tan breve como lleno de gracia, calculadamente escrito en el estilo de los periodistas de antaño y rebosante de humor arrebatador y mala leche. José K es un señor mayor y de izquierdas de toda la vida, que sentado en su café de siempre repasa en el periódico los acontecimientos que suceden en España, lo que le hace agarrarse unos cabreos de mil demonios ante el panorama político y social español, dominado por una derecha fascistoide y ladrona y una izquierda timorata y sin sustancia. Verdades como puños, en suma. Con ilustraciones de El Roto.

El honor de la República,
Ángel Viñas.
Editorial Crítica.
Este libro culmina la trilogía dedicada por el profesor Viñas a la Guerra de España. Manejando una documentación abrumadora y desvelada por el propio Viñas en archivos hasta hace poco inaccesibles (en Rusia, singularmente), Ángel Viñas traza un cuadro definitivo de los últimos meses de la República española. Entre sus muchas aportaciones, destacan dos esenciales: la liquidación del mito de Juan Negrín como "agente soviético", que Viñas desmonta pieza a pieza, y la redimensión de la URSS como un país que lejos de practicar la "solidaridad internacionalista" que proclamaba su propaganda, en realidad se aprovechó de la situación de la República para realizar grandes negocios a su costa en el más puro estilo de potencia capitalista rapaz.

lunes, 19 de julio de 2010

19 de julio de 1936, el día en que vencimos a los dioses



Domingo, 19 de julio de 1936. Bajo un calor sofocante y pegajoso, durante la mañana tropas sublevadas y elementos monárquicos y falangistas han salido de los cuarteles de Pedralbes y bajado por la Diagonal, camino del centro de la ciudad. Ya desde el comienzo mismo de la marcha empiezan a desertar numerosos soldados, a los que los oficiales rebeldes han intentado engañar diciéndoles que iban a sofocar otra rebelión separatista como la de octubre de 1934 o que los anarquistas pretendían tomar la ciudad. El despliegue Diagonal abajo se ha hecho inicialmente bajo la bandera tricolor y dando gritos a favor de la República, aunque luego han comenzado los vivas al rey y los ¡Arriba España!, que desenmascaran a los arteros traidores.

Contra sus previsiones iniciales y a medida que avanzaban, los rebeldes han encontrado una resistencia armada progresivamente más dura y organizada. Masas cada vez mayores de trabajadores se han ido incorporando a la pelea, apoyados por Guardias de Asalto y policías de paisano. En la lucha participan en grupos organizados miembros de la CNT, FAI y en menor medida del POUM, pero son decenas de miles los obreros y empleados sin afiliación política que armados con cualquier cosa atacan los flancos de las columnas rebeldes, hostigándoles desde azoteas, balcones, portales, y parapetados detrás de automóviles y tranvías.

Hacia el mediodía llega en hidroavión desde Mallorca el general Goded, que inmediatamente se encierra en la Capitanía General, donde los sublevados tienen secuestrado al jefe de la División, general Llano de la Encomienda. Los rebeldes que avanzaban por las calles son finalmente cercados y se refugian en la plaza Catalunya, donde se parapetan en el hotel Colón y en la Telefónica: otros se atrincheran en el cuartel de Drassanes, junto al puerto. Los cuarteles de Sant Andreu, Lepanto y otras instalaciones militares son abiertas al pueblo por soldados leales. En la avenida Icaria, obreros armados usan como parapetos enormes bobinas de papel y derrotan y ponen en fuga a la columna que había salido del cuartel cercano. Durruti, los hermanos Ascaso, Joan García Oliver, Abad de Santillán, Josep Rovira... son los líderes y estrategas que dirigen la resistencia al golpe.

A primera hora de la tarde, decenas de guardias civiles suben mosquetón en mano y en doble columna por Via Laietana. Al llegar a la Comisaría de Orden Público, el president Companys sale al balcón, acompañado del comandante Guarner, del coronel Escofet, jefe de los Mossos d'Esquadra, y de otros militares leales; el general Escobar, que avanza al frente de la columna pistola en mano, se cuadra y le saluda militarmente. La lealtad de Escobar, que es católico practicante y aunque republicano no resulta muy de fiar, la garantiza el general Aranguren, jefe territorial de la Guardia Civil en Catalunya y militar de firmes convicciones republicanas. Cuando las fuerzas de la Guardia Civil llegan a la plaza Catalunya, varios oficiales rebeldes se suicidan y sólo los más desesperados disparan contra los del tricornio. En unos minutos y tras rápida negociación, se rinden la Telefónica y el hotel Colón.

En Capitanía General, Llano de la Encomienda, al que un grupo de tenientes y capitanes sublevados borrachos y ahora muertos de miedo han insultado y vejado durante las horas pasadas, convence a Goded para que llame a Companys y se rinda. Aeroplanos de la base militar de El Prat, que manda el coronel Díaz Sandino, socialista, sobrevuelan la ciudad, controlando desde el aire con su presencia los últimos focos rebeldes. El cuartel de Drassanes resistirá 24 horas más.

Radio Barcelona EAJ 1 emite continuamente, dando cuenta de los hechos y de la victoria popular. Las noticias vuelan desde la emisora barcelonesa a toda España, y contribuyen a que en Madrid, Valencia y otras ciudades las masas salgan a la calle en las horas siguientes y derroten o cerquen a los rebeldes.

En Barcelona, al caer la tarde, una muchedumbre abigarrada y eufórica invade La Rambla, comenzando una verbena popular que convierte la ciudad en una fiesta que durará todo el "corto verano de la anarquía". Se baila, se bebe y se come en la calle, hay altavoces colgados de los árboles que amplifican música y noticias, todo el mundo se abraza y se llama "compañero", los guardias civiles posan con pañuelos de la FAI anudados al cuello, jóvenes obreras besan a agotados soldados leales, los oficiales republicanos son llevados a hombros por las calles, las sirenas de los barcos atruenan el puerto...

Barcelona ha derrotado en la calle la sublevación militar fascista.

La fotografía que ilustra el post, tomada por Robert Capa en Barcelona en julio de 1936, muestra a un miliciano y a su compañera descansando en unas sillas de La Rambla.

domingo, 18 de julio de 2010

Nocturno en La Habana



Sucedió en La Habana, una noche de agosto de 1996, luego de haber cenado en La Divina Pastora, un restaurante de categoría situado en una antigua batería de artillería colonial, en una especie de mirador abierto entre el castillo del Morro y la fortaleza de San Carlos de la Cabaña, frente a las luces de la bahía habanera. Fue una cena tan exclusiva, que en toda la terraza no había más clientes esa noche.

No recuerdo que cené pero sí que los camareros, atentos y cordiales, me invitaron a un ron muy viejo, y que cuando estaba pagando la cuenta un camarero mariquita se acercó y me entregó su dirección escrita a lápiz en un trozo de papel, pidiéndome que le enviara un casette de "su amadísima" Rocío Jurado. O quizá era Isabel Pantoja, ahora no recuerdo bien. El caso es que me sorprendió tanto la pasión con la que aquél hombre se refería a la folklórica española, que acepté enviarle el casette que me pedía (lo cual hice al poco de regresar a Barcelona. No mucho después de aquél envío -que conociendo como las gastan los empleados de Correos de Cuba, creí que nunca llegaría a manos del destinatario- recibí una breve y emocionada carta del lejano admirador de la gloria folklórica andaluza, en la que me daba cuenta de que había llegado a su poder el ansiado casette).

Regresé al hotel Plaza en taxi, que tomé en la parada del restaurante, en la soledad de la colina donde se ubica éste. Una vez más el taxi era el que me seguía por toda la ciudad, un taxi turístico oficial confortable y con aire acondicionado, conducido por un tipo que trataba de tú a los policías de paisano y daba órdenes a los de uniforme, y al que siempre me encontraba en la parada del hotel o a la salida de cualquier local adonde yo hubiera ido andando cuando rehusaba sus servicios. El chófer era un cubano gordote, expansivo y simpático, con un humor muy caribeño. Se desvivía por mi bienestar con el mismo celo con el que me habría metido un balazo en la cabeza si un superior se lo hubiera ordenado.

Así que circulábamos rumbo al hotel Plaza con cierta velocidad ("el carro" era bueno y relativamente moderno), atravesando la noche habanera, calurosa y húmeda, cerca del mar. De repente el chófer puso la radio, movió el dial y apareció la voz de Frank Sinatra cantando "Extraños en la noche" en una emisora de Miami. En ese instante tuve la certeza de que aquél era uno de los cuatro o cinco momentos cumbre de mi vida. Respiré una bocanada de aire marino (a pesar del aire acondicionado, llevaba la ventanilla medio bajada), y dije en voz alta:

- Nunca pensé que un día oiría cantar a Frank Sinatra en La Habana.

El chófer volvió la cabeza sorprendido, me echó una ojeada que me radiografió los intersticios del alma y finalmente estalló en una carcajada cordial, todo en una fracción de segundo.

Ninguno de los dos volvió a abrir la boca hasta que nos deseamos buenas noches cuando me apeé del taxi en la puerta del Plaza.

La fotografía que ilustra el post muestra algunos automóviles circulando de noche cerca del Malecón de La Habana.

viernes, 16 de julio de 2010

Genocidio de Ruanda: los renglones torcidos de Dios




Merced a la memoria histórica española ya sabíamos que vivimos en el País de las Fantasías Animadas de Ayer y Hoy, en el que la Historia es reescrita a diario para legitimar los poderes más negros y desde luego, justificar las conductas de sus secuaces y beneficiarios. Hace unos días ví una miniserie en la 2 de TVE en la que se venía a decir que lo de la Inquisición Española "no fue para tanto" y que además había que situarla en su tiempo, en el que "estas cosas" (torturas, asesinatos, procesos sin ninguna clase de garantías) "eran normales".

Lo sucedido con la visita a España de Paul Kagame, presidente de Ruanda, añade un escalón más a esta pirámide de barbaridades. La feroz campaña desatada contra la persona que encabeza el Estado ruandés, en la que se le atribuye a él y a los actuales gobernantes tutsis y hutus moderados el genocido acaecido en Ruanda en 1994, equivale lisa y llanamente a atribuir a los judíos la existencia de campos de exterminio en donde habrían gaseado a los pobres arios alemanes, algo que ni siquiera el más delirante de los "historiadores revisionistas" filonazis se atreve a sostener; en todo caso éstos, con más inteligencia, niegan el Holocausto y sanseacabó.

Pero los medios de comunicación españoles, espoleados por algunos partidos políticos, ciertas ONG's y la Iglesia católica "nacional", de momento no niegan el genocidio ruandés: se limitan a cambiar el papel de los actores, atribuyendo el de asesinos a las víctimas y el de corderos inocentes a sus matadores. Una obra maestra de la indecencia en unos, y un prodigio de ignorancia en otros. Porque enorme ignorancia y no otra cosa es la que el diputado de IU Gaspar Llamazares ha exhibido tronando porque el presidente español fuera a recibir a su homólogo ruandés, atribuyendo a Kagame la condición de monstruo sanguinario y comparándolo con reputados asesinos africanos, como es el caso de Teodoro Obiang, el dictador que oprime y explota Guinea Ecuatorial.

Les refrescaré brevemente la memoria, y si quieren más información la encontrarán en mi post de febrero de 2008 "La Iglesia católica, responsable del genocidio de Ruanda".

En la primavera de 1994, como consecuencia de un proceso de diálogo político abierto entre el gobierno de la etnia hutu, mayoritaria en Ruanda, y la minoría tutsi, marginada por completo entonces en el país, el presidente hutu fue asesinado por los sectores duros del régimen, apoyados por Francia y el Vaticano, dos potencias que de manera mancomunada llevan décadas asociadas para mantener posiciones de dominio en África central y occidental. Desde la radio católica Radio de las Mil Colinas de la capital ruandesa se convocó a los hutus para que exterminaran a los tutsis; en sólo unas semanas fueron asesinadas a machetazos 800.000 personas, tanto los odiados tutsis como los hutus que se negaron a participar en la masacre. Los tutsis, que contaban con el apoyo de EEUU y de misioneros protestantes, se reorganizaron en Zaire y tras una corta guerra civil conquistaron Ruanda e impusieron gobiernos afines en Burundi, Uganda y Zaire. La derrota del colonialismo francés y vaticano en la región fue pues total, siendo substituidos por los EEUU y las Iglesias protestantes.

El gobierno del Frente Patriótico Ruandés (FPR) que encabeza Paul Kagame lanzó entonces una política de reconcialiación nacional incorporando a hutus moderados a su Gobierno, al tiempo que impedía represalias contra la mayoría hutu (gran parte de cuyos integrantes tienen las manos manchadas de sangre inocente), e iniciaba una depuración de responsabilidades entre los elementos hutus más significados durante el genocidio, que sin embargo no ha producido una sola condena a muerte en 16 años. La gran mayoría de presos fueron liberados en pocos años, permaneciendo encarcelados sólo aquellos cuya locura criminal daría envidia a los SS de Mauthausen más deshumanizados. Ocurre que entre estas fieras inspiradoras y ejecutoras de la bestial matanza hay un número importante de curas y algunos obispos católicos, aunque los que más responsabilidad tuvieron huyeron a tiempo y viven ahora tranquilamente bajo protección del Estado vaticano. Esta es la realidad de Ruanda.

Y en fin, no hay que olvidar que detrás de la intensa campaña mediática ante la que Zapatero se ha bajado los pantalones están peones de brega de la Iglesia católica tan significados como el argentino Pérez Esquivel o el español Mayor Zaragoza, que pilotan una llamada Comisión de la Verdad para Ruanda cuya misión principal es intoxicar, con éxito evidente por cierto, a la "opinión publicada" europea en cuanto tiene que ver con este asunto. Una vez más Zapatero ha mostrado ser extremadamente sensible a las presiones recibidas vía mediática, lo cual no por conocido deja de ser una mala noticia y una muestra de la poca categoría de este gobernante. Pero mucho peor que eso es el lavado de cerebro al que se está sometiendo a la opinión pública española, por el procedimiento de tergiversar una historia tan reciente que precisamente por razón de su proximidad a nuestros días está perfectamente documentada en las hemerotecas.

Dios escribe con renglones torcidos, dicen. Al parecer los hay que interpretan este viejo dicho de un modo distinto al tradicional, como si los crímenes cuya comisión fue de su responsabilidad por haberlos alentado o realizado materialmente pudieran llegar a convertirse en bazas a favor suyo por el procedimiento de ser vueltos contra las víctimas que los sufrieron, en una transferencia de responsabilidades que es cualquier cosa menos inocente o casual. Pero como digo, para lograrlo plenamente antes tendrán que quemar las hemerotecas de la época y lo que es más difícil, asesinar a todos los supervivientes del genocido ruandés.

En la fotografía que ilustra el post, tutsis asesinados durante el genocidio de Ruanda (1994) . Los cadáveres se hallan en la puerta de una iglesia católica, a la que habían acudido buscando refugio y donde fueron muertos a machetazos.

miércoles, 14 de julio de 2010

Un debate a garrotazos pero con tongo



Apenas pasada la resaca del Mundial de fútbol de Sudáfrica, llega el debate del estado de la Nación (sic). O sea que España entera vuelve a la cruda realidad por el procedimiento más doloroso posible. Y es que de nuevo, la llamada "clase política" subirá a la tribuna del Parlamento español en teoría para repasar cómo van las cosas y plantear apuestas de futuro, o al menos así debería ser; sin embargo todos sabemos que lo que harán nuestros políticos será -una vez más- tirarse verbalmente los trastos a la cabeza, en lo que no deja de ser un gran guiñol televisado que cada vez engaña a menos gente, dado que sabemos que en lo sustancial los actores están de acuerdo.

Y es que las medidas tomadas por el gobierno Zapatero "a sugerencia" de los llamados mercados -esa abstracción teológica, según Juan José Millás- son las mismas que viene preconizando el PP desde que abrazara el neoconservadurismo reaganiano. Cuando Zapatero presentó sus ya famosas 9 medidas contra el déficit, Lluís Bassets, subdirector de El País y persona nada sospechosa de izquierdismo -ni siquiera en sus tiempos de PNN universitario y profesor de un servidor de ustedes-, escribió que con esas medidas y las que el Gobierno socialista tomaría en los siguientes 90 días, Zapatero dejaría sin trabajo al próximo Gobierno del Partido Popular. Efectivamente así es, por más que ahora el PP se enfunde el mono propio de los milicianos y tenga la desfachatez supina de presentarse como el "partido de los trabajadores españoles", ellos, los partidarios de la "desregularización" del mercado laboral mediante el despido libre, los contratos-basura, el fin de la negociación colectiva y la liquidación de las prestaciones sociales.

Ocurre que como decía Bassets el trabajo ya se lo está haciendo Zapatero al PP, tomando medidas que seguramente a él le duele mucho decidir según dice pero que al conjunto de los ciudadanos que vivimos de nuestro salario nos duelen mucho más; a fin de cuentas es en nuestras nóminas y en nuestras pensiones donde el Gobierno ha metido la mano para, con nuestro dinero, calmar el ansia de los "mercados". Por si eso fuera poco, acabamos de ver cómo se han privatizado las cajas, es decir cómo s epone en privadísimas zarpas el ahorro popular del país entero, entregado en ofrenda al Dios Mercado para que éste se lo juegue a los dados en el Casino-Bolsa planetario.

De todas estas cosas no se hablará en el estado de la Nación, porque unos y otros las dan por inevitables y hasta por buenas. Así que entre todos tendrán que redoblar las dosis de insultos y descalificaciones personales para conseguir atraer algo de atención de una ciudadanía que no es que ya no se crea nada, es que empieza a pensar que son sus políticos profesionales quienes no creen en otra cosa que no sea su pervivencia en el poder o sus aledaños al precio que sea.

lunes, 12 de julio de 2010

Apostillas a un fin de semana de glorias nacionales, realizadas por un traidor a dos patrias


1. Las calles del centro de Barcelona se han llenado estos días de banderas nacionales y del Estado. Sólo en un caso, en un edificio de un barrio periférico, he visto a una y a otra juntas compartiendo un mismo balcón.

2. En los barrios periféricos de Barcelona, sin embargo, ha habido una llamativa escasez de banderas "de uno u otro signo". Tampoco los bares aparecían atestados los dias de fútbol, e incluso se veía bastante gente paseando por la calle ajena a los acontecimientos ideológico-político-deportivos del fin de semana. Parece que las clases trabajadoras de esta ciudad tienen cosas más urgentes en qué pensar.

3. Quienes se han tirado a la calle en Barcelona y en toda España para celebrar los éxitos de la selección española de fútbol eran en su gran mayoría chicos y chicas muy jóvenes, inflados por un sorprendente (por novedoso) y confuso patriotismo español. Acaban de descubrir un juguete entretenido, y sobre todo, el que como masa su fuerza resulta imparable en la calle. A estas horas alguien habrá tomado nota de todo esto a fin de usarlo en provecho propio.

4. Por contra, quienes se manifestaron el sábado por las calles del Eixample barcelonés en defensa del Estatut y de la propia dignidad como pueblo, eran muy mayoritariamente gente de mediana edad ya metidos en la madurez. Por razones de edad y de cansancio histórico, esta es quizás su penúltima batalla.

5. En la manifestación barcelonesa abundaban los castellanoparlantes y no era raros los emigrantes de todos los colores de la especie humana. Alguien ahí afuera no está entendiendo absolutamente nada de lo que pasa en Catalunya, y sus patéticos representantes políticos y mediáticos que viven entre nosotros no les aclaran las cosas.

6. Mucha gente en Barcelona salió el sábado a la calle con una bandera independentista catalana en la mano sólo por joder, porque saben que es lo que más molesta al establishment madrileño, sea éste carca o "progresista". La mayoría de ellos sin embargo jamás la colgarían en el balcón de su casa. Pero por favor, que el Madrid oficial no se fíe mucho de esto; las cosas son así hoy, pero todo está evolucionando muy deprisa.

7. Un grupo de tertulianos de Intereconomía TV comentan las imágenes en directo de la alegría de los jugadores españoles al acabar la final del Mundial de fútbol. De repente comienzan a aullar descalificaciones e insultos, al ver que dos jugadores catalanes "han osado" sacar una senyera catalana y corren con ella por el césped. Definitivamente, los niveles de estupidez separadora que dominan a la extrema derecha mediática española son altamente tóxicos.

8. Los de TV3 (televisión autonómica catalana) tuvieron la garrula idea de preguntar a los manifestantes proEstatut íntegro si querían que el domingo ganara España u Holanda. Naturalmente el resultado fue abrumador a favor de Holanda, aunque probablemente una buena parte de esa misma gente al día siguiente vibró con el gol de Iniesta y se sintió satisfecha con el resultado cuando el árbitro pitó el final. Ocurre que a TV3 le cae como un guante el comentario del último párrafo del epígrafe anterior, sólo con cambiar "extrema derecha mediática española" por "extrema derecha mediática catalana".

9. Los políticos catalanes de todos los colores están sobrecogidos. Enormes masas humanas se han lanzado estos dos días pasados a la calle por motivos aparentemente contradictorios, y lo han hecho en cantidades que jamás se hubiera soñado a estas alturas de la película de la democracia española. Seguro que andan todos estudiando los modos más seguros de subirse a la cresta de la ola sin ser arrastrados por ella. Pero la ola, quizá tsunami en unos meses, se va a tragar a unos cuantos de ellos este próximo otoño.

10. En un sólo fin de semana se han liberado fuerzas en Catalunya y en toda España que en este momento nadie controla. No es todavía una emergencia, ni mucho menos, pero visto como está el entorno europeo éste es el peor momento desde 1945 para substituir la política por los sentimientos y el raciocinio por la testosterona.

Para acabar una frase del filósofo y analista político catalán Josep Ramoneda: "¿Catalunya? ¿España? nadie me presentó a esas señoras."

En la imagen que ilustra el post, Carles Puyol y Xavi Hernàndez, jugadores catalanes de la selección española de fútbol, alzan la Copa mientras sostienen una "senyera", la bandera nacional catalana.

sábado, 10 de julio de 2010

La derecha española empuja a Catalunya hacia la independencia



Nunca nadie a excepción del dictador Francisco Franco, ha hecho tanto por el independentismo catalán como el conglomerado político, mediático y judicial que forma la derecha española actual, heredera directa del franquismo "puesto al día", el mismo que en estos años ha pasado sin solución de continuidad de la "camisa vieja" falangista, la pistola al cinto y el "No" a la Constitución de 1978 a los trajes de marca, las corbatas en tonos pastel y la canonización de un texto que antes combatían y que ahora les sirve para apuntalar su hegemonía social y económica.

Ignorante, arrogante, prepotente, de un nacionalismo españolista fanático y obtuso, y por encima de todo franquista hasta la médula y más allá, la derecha española empuja a Catalunya en una dirección que hasta ahora sólo una minoría deseaba: la independencia. Gracias a cacicadas como la sentencia emitida por el impresentable, incompetente y partidista Tribunal Constitucional español, cada vez son más los catalanes partidarios de la independencia que nunca fueron nacionalistas, cada más hay más castellanoparlantes que viven en este país que piensan que España no tiene arreglo y mejor soltar amarras, y cada vez son más los inmigrantes convencidos de que el Estado español está en manos de la misma gentuza que les forzó a salir de su tierra natal y buscar nuevos horizontes para ellos y para sus hijos.

La de hoy es ya, una jornada de derrota para toda esa escoria reaccionaria y meapilas, soñadora de un ridículo imperio afortunadamente fenecido hace siglos. De nuevo y al igual que en 1977, defender en la calle el Estatut de Autonomia de Catalunya es defender la democracia española y la continuidad misma del Estado español.

En la imagen que ilustra el post, policías antidisturbios (los tristemente famosos "grises" de la dictadura fascista) a las órdenes del entonces ministro de Gobernación, Manuel Fraga iribarne, (fundador del Partido Popular y presidente honorario de esa formación política), apalean a manifestantes en Barcelona durante las movilizaciones de l'Assamblea de Catalunya de febrero de 1976, conovocadas bajo el lema: "LLIBERTAT, AMNISTIA I ESTATUT D'AUTONOMIA!".

miércoles, 7 de julio de 2010

Dinamita para la Sagrada Familia



El último disparate alumbrado por los beneficiarios económicos de ese Paraíso del hormigón armado que es la Sagrada Familia de Barcelona, ha sido organizar una "campaña popular" para impedir las obras del AVE. Es obvio que se han tomado todas las medidas habidas y por haber para que el túnel del AVE que atraviesa el centro de la ciudad no suponga ningún riesgo no ya para la dichosa Sagrada Familia, sino también para cualquier edificio de viviendas de los muchos bajo los cuales circulará este tren. Pero a ellos les da igual.

Sucede que la construcción del AVE comporta molestias con repercusión directa en la cuantía de los ingresos limpios de polvo y paja que proporciona ese fabuloso negocio, libre de toda clase de impuestos y que en 2005 se calculaba en cinco mil millones de pesetas anuales, que es el flujo de turistas visitantes del templo que imaginara más que proyectara Antoni Gaudí. La entrada básica cuesta 12 euros, y se calculan unos 10.000 visitantes diarios: echen cuentas. Así que lo que lo que realmente preocupa al Arzobispado de Barcelona, empresa explotadora de la Sagrada Familia a través de la pantalla legal que es la Junta de Obras del Templo Expiatorio, no es que se hunda el edificio, algo que saben no va a suceder, sino que disminuya ni que sea temporalmente el río de dinero que lleva años proporcionándole. Y ello sin tener siquiera licencia municipal de obras, que jamás se ha gestionado ni requerido por la autoridad competente. ¿Imaginan que en Barcelona o en cualquier otra ciudad civilizada se levante un edificio sin ningún tipo de permisos ni control oficiales? Pues existe, como digo: la Sagrada Familia.

Ítem más: hace muy poquitos años, el Arzobispado "exigió" al Ayuntamiento de Barcelona que derribara los edificios de viviendas circundantes, a de fin de crear un gran espacio panorámico que permita observar la Sagrada Familia a gusto de sus visitantes (y cotizantes en taquilla). El argumento de los caritativos propietarios del templo de marras es que en el proyecto de Antoni Gaudí estaba contemplada esa macroplaza. Ocurre que cuando Gaudí ideó y comenzó a levantar la Sagrada Familia, hace 120 años, el edificio se hallaba en medio del campo; un siglo después se encuentra casi en el centro de la ciudad.

Por lo demás, y para los admiradores sinceros de la obra gaudiana, hay que darles una mala noticia: lo que hoy ven como Sagrada Familia, casi nada tiene que ver con el proyecto original gaudiano. El único sector levantado en parte en vida de Gaudí es la Fachada del Nacimiento, imagen típica en las postales turísticas barcelonesas de los años 50 y 60. Todo el resto ha sido obra de una serie de arquitectos que han ido reinterpretando a Gaudí según sus gustos, capacidad y posibilidades económicas en cuanto al uso de materiales. Los Juegos Olímpicos de 1992 pusieron a Barcelona en el mapa y millones de turistas enloquecieron -nadie ha sabido aún explicar por qué- con este monumental bodrio en piedra, alumbrado por la mente calenturienta de un carlista meapilas, ultrareaccionario y al parecer adicto a ciertos hongos existentes en la provincia de Tarragona cuyo consumo le propiciaba "experiencias místicas". Desde el punto de vista arquitectónico, Gaudí no dejó planos ni casi directrices escritas sobre la construcción aparte de algunos dibujos muy vagos. Lo peor vino pues tras su muerte, de modo que hoy la Sagrada Familia es un pastiche infame hecho de retazos y pegotes, como una sábana recosida con trozos de tela de diferentes texturas y colores, a gusto de los distintos arquitectos directores de la obra que se han sucedido a lo largo de un siglo.

Y como es sabido, a mayores ingresos, menos gastos. O viceversa. El caso es que desde que a finales de los años 80 del pasado siglo, el escultor Josep Maria Subirach se convirtió en el "hombre fuerte" del proyecto contemporáneo de la Sagrada Familia, la obra ha tomado un rumbo que preocupa incluso a muchos de los partidarios de su prosecución. Los materiales son ya de ínfima calidad (puro hormigón), componiendo con ellos unas superficies grisáceas y tristonas, carentes de vida. Por otra parte, el programa escultórico de Subirachs plasmado en la Fachada de la Pasión mueve a la risa y a la irreverencia. Si lo dudan, denle un vistazo a las figuras que componen el grupo de la Crucifixión, y observen a los soldados romanos: efectivamente, están clonados de los guerreros de la Guerra de las Galaxias, película muy de moda en los años 80, época en que fueron creadas e instaladas estas esculturas. Sant Jordi es una pura estilización de Darth Vader.

Sobre las supuestas cualidades artísticas globales de esta mamarrachada en hormigón, George Orwell escribió en su "Homenaje a Catalunya" (1937): For the first time since I had been in Barcelona I went to have a look at the cathedral [La Sagrada Familia] -- a modern cathedral, and one of the most hideous buildings in the world... Unlike most of the churches in Barcelona it was not damaged during the revolution -- it was spared because of its 'artistic value,' people said. I think the Anarchists showed bad taste in not blowing it up when they had the chance." Ya ven: "uno de los edificios más horribles del mundo", y una prueba del "mal gusto artístico de los anarquistas al no haberla derribado cuando tuvieron ocasión de hacerlo". En realidad parece que el Comité de Milicias Antifascistas barcelonés llegó a calcular las cargas de dinamita que se necesitarían para reducir la Sagrada Familia a escombros, pero alguien decidió emplear esos explosivos en el frente de Aragón.

De todos modos, pienso que algún día, cuando dejen de fluir los turistas visitantes y el dinero que proporcionan a las arcas de los curas, quizá vuelva a retomarse el proyecto de tirar abajo esta mamarrachada monumental. O que en unos pocos años el hormigón comience a degradarse de tal modo, que su estado aconseje el derribo para evitar riesgos ciudadanos.

En la fotografía, grupo de El Prendimiento, en la fachada de la Pasión, obra de Subirachs. Observen los cascos y las corazas de los soldados romanos situados detrás de Cristo.

martes, 6 de julio de 2010

Maradona, el barro hecho ídolo



Pocos personajes contemporáneos más patéticos que Diego Armando Maradona. A su conocida zafiedad, incultura, falta de modales y nula capacidad de raciocinio, le acaba de sumar ahora la machada de haber estrellado a la selección futbolística argentina en el Mundial de Sudáfrica, cuando cualquier técnico mediocre habría logrado maravillas con el plantel de jugadores del que disponía.

Pero no me interesa el aspecto futbolístico del asunto sino la dimensión digamos humana del personaje. Un tipo que se enganchó a la cocaína durante su estancia en el FC Barcelona -de hecho declaró en un programa de televisión que la probó por primera vez en el vestuario del Barça-, al tiempo que hacía anuncios televisivos en contra del consumo de drogas, en los que aparecía jugando al fútbol en una playa catalana rodeado de chavales a los que sermoneaba algo así como "di NO a las drogas". Este es el verdadero Maradona, un ser débil, quebradizo, sentimental y desarmado.

Y sin embargo millones de argentinos, incluídos muchos que se consideran de izquierdas y tienen una postura abiertamente critica y despierta en relación con los males de su país, adoran a esta ruina rechoncha y paticorta. El porqué me lo escribía ayer una amiga argentina: para los argentinos de clases populares Maradona es uno de ellos, y sus vicisitudes son de algún modo las suyas propias. Es alguien que salió de la nada, llegó a lo más alto y se tiró pendiente abajo, algo que al parecer le sucede a cada argentino varias veces en la vida. Así que Maradona tiene bula incluso para dejar a su país en ridículo, y no sólo deportivamente hablando: soez, prepotente, risible, sus ruedas de prensa en Sudáfrica han sido un espectáculo que los periodistas internacionales ya echan de menos.

Maradona daña gravemente a Argentina, y sin embargo la mayoría de argentinos incluidos muchos sensatos, le adoran hasta el delirio. Quizá haya que ver en eso una pulsión suicida de los argentinos, una colectividad al parecer siempre dispuesta a tirar el agua de la bañera con el niño dentro, sobre todo inmediatamente después de períodos de gloria o de calma, que en Argentina vienen a ser la misma cosa.

Un cierto debate sobre Maradona se acaba de instalar en la sociedad argentina, esa misma en la que torturadores y desaparecidos aclamaban juntos, unidos ante el televisor carcelario, a una selección nacional ganadora de un campeonato mundial que la Junta Militar de Videla compró a la FIFA. Maradona es el resumen de todo eso, y de ahí la adhesión que suscita en una sociedad desnortada que añora glorias pasadas aunque fueran trucadas, y de ahí también el asco que suscita fuera entre quienes gozan de la perspectiva sobre el personaje que da la distancia física. Al parecer, también algunos argentinos comienzan a abrir los ojos en este asunto, alabado sea Dios.

La fotografía que ilustra el post, de un humorismo siniestro, corresponde a los años europeos de Maradona. En ella aparece en compañía de Julio Alberto, otro jugador del FC Barcelona que en aquellos años era asimismo adicto a la cocaína, participando en un partido de fútbol "All Stars" contra las drogas.

lunes, 5 de julio de 2010

Exportaciones agrícolas españolas, la economía del fraude legalizado



Dice El País de hoy que las exportaciones españolas en el sector primario, especialmente por lo que hace al aceite y al vino, han ascendido de manera vertiginosa en los últimos meses. El diario explica tal fenómeno por la conjunción de tres factores: "la caída de los precios en origen, las buenas cosechas y la caída de la cotización del euro frente al dólar". Y continúa: "desde el inicio de la campaña en noviembre pasado hasta mayo, las exportaciones de aceite de oliva ascendieron a 430.000 toneladas".

Será que Zapatero tenía razón y que los famosos brotes verdes empiezan a florecer con fuerza inusitada, dirá algún optimista antropológico. Pues no, nada más lejos de la realidad. Sucede que estamos ante una muestra genuina -otra más- de la decadencia de la economía española, y de dependencia de los tejemanejes de un puñado de aprovechados y bribones de todo pelaje, nacionales y extranjeros, capaces de enriquecerse aunque sea matando la gallina de los huevos de oro. Me explicaré.

Cuando acabe el año España habrá exportado más de 700.000 toneladas de aceites. Los nuevos mercados emergentes, los que registran un crecimiento más espectacular, potencias como Australia, Japón, China, Polonia y EE UU, son nuestros nuevos clientes a lo grande. Sin embargo, matiza El País, "el grueso de las ventas, aproximadamente la mitad del total, se dirige a Italia, fundamentalmente en forma de graneles para su comercialización como aceite italiano".

Es decir, estamos ante un fraude como la catedral de Milán. Aprovechando los bajos precios del producto en origen -la miseria que se paga a los pequeños productores y a las cooperativas-, los intermediarios colocan aceite de oliva a granel español en Italia, donde es envasado como producto italiano, y vendido luego a precios de artículo de lujo; compren ustedes cualquier aceite envasado como italiano, y ya me dirán qué precio tiene. Así se explica que apenas "el 30% de las exportaciones de aceite español se hagan envasadas y que el resto sean en forma de graneles", como dice el diario madrileño.

Por lo que hace al vino, otro tradicional producto estrella de las exportaciones españolas, dice El País que durante los 4 primeros meses de este año sus exportaciones crecieron el 17%. Y sin embargo el valor de esas exportaciones creció apenas el 6%, "consecuencia de la presión a la baja que ejercen en los mercados mundiales los caldos de los países emergentes". El crecimiento más importante en materia de exportación de vinos ha correspondido, cómo no, a los vinos envasados sin denominación de origen, y desde luego a los graneles.

Como pueden ver, se está haciendo almoneda de dos de nuestros productos de prestigio, a los que durante años se les ha supuesto marchamo de calidad allá donde se encontraran. Todo por hacer negocios fáciles con sinvergüenzas como esos envasadores de "aceite italiano", producido en realidad en el sur de España. Después nos quejaremos de que los "países emergentes" contemplen nuestros productos como una alternativa apenas un poco más sofisticada que las producidas o manufacturadas en países de Extremo Oriente; eso sí, nuestras exportaciones ya son casi tan "competitivas" como la morralla que se encuentra en los bazares de "todo a 100". En fin que si seguimos bajando el listón arruinaremos la agricultura de calidad española, sólo para que algunos intermediarios y otros tantos "emprendedores" del sector de la exportación amasen ingentes beneficios para sus bolsillos.

Otra muestra más en suma de la debilidad de nuestra estructura económica general, y de la catadura ética de la "clase empresarial" en cuyas manos estamos.

domingo, 4 de julio de 2010

Jazztel, quita de una vez tus sucias manos de mis comunicaciones


Sábado, 3 de julio de 2010.

En contra de mis costumbres, me he conectado a Internet en la mañana de un sábado. Ni recuerdo la última vez que lo hice; quizá fue hace un par de años. Estoy conectado y navegando desde aproximadamente las 11h 30 minutos.

Suena el teléfono fijo. Miro el reloj: son las 13h y 54 minutos. Sé quién llama, naturalmente, porque casi ningún conocido me llama al fijo, y hace ya un rato que estoy esperando esa llamada que sé ha de producirse antes de que me desconecte. Diría que el 90% de llamadas que recibo en este número son suyas o de alguna de sus compinches.

Y efectivamente, resulta ser él. La voz al otro lado del hilo telefónico me llama por mi nombre y apellidos con su acento latinoamericano, su pronunciación untuosa y su soniquete falsamente cordial. Se presenta, como si fuera la primera vez que me hablara. No hace falta, como digo: ya sé que es "David" (o al menos él dice llamarse así); lo sé porque reconozco su voz, no en vano la he oído decenas de veces en el auricular de mi teléfono. Y claro, me llama una vez más para contarme las maravillas de contratar con Jazztel.

Cuelgo el auricular suavemente, sin decir nada. Un minuto después el navegador que tenía abierto deja de funcionar y se cierra el programa de chat que estaba usando. Mi conexión a Internet se ha interrumpido. "David", sea quien sea este esbirro de Jazztel, ha vuelto a hacerlo: ha vuelto a cortar mi conexión a Internet. En fin, es obvio que "David" sabe cuando me conecto (probablemente a través de un troyano en mi PC, elemento que dos antivirus distintos aún no han podido localizar), y de alguna manera puede interrumpir mi conexión a Internet vía línea telefónica cuando le place.

Hace ya no sé cuántas semanas puse este caso en conocimiento de la Asociación de Usuarios de la Comunicación. Ni siquiera me han respondido. El bloqueo de Telefónica, mi proveedor de servicio, a las llamadas provenientes de Jazztel no ha servido para nada, pues es obvio que "David" y su grupo de piratas de las comunicaciones operan desde un domicilio particular o un "call center". Estas cosas no se hacen desde el local de una empresa legalmente registrada, espero.

¿Hasta cuándo seguirá actuando impunemente esta gentuza? ¿Hasta cuándo se le permitirá a Jazztel, que alienta o finge desconocer estas prácticas, continuar operando en el mercado de las telecomunicaciones como si fuera una empresa respetable?.

viernes, 2 de julio de 2010

Los nenes de papá se aburren



Leo en El Periódico de Catalunya que la Guardia Civil ha detenido a cuatro jóvenes que robaban con nocturnidad y alevosía en viviendas del los municipios madrileños de Majadahonda y Villanueva de la Cañada. Hasta aquí nada nuevo, en principio: desgraciadamente la delincuencia juvenil viene de lejos, y algunos agoreros a sueldo mercenario o por interés directo hace tiempo que anuncian que el paro y la crisis nos llenarán en breve de sucesos como éste.

Ocurre que el perfil de los cuatro jóvenes delincuentes corresponde no a hijos de familias desestructuradas o golpeadas por la crisis, sino a niñatos hijos de "familias bien", lo que en argot se llama en España "pijos" o "niños de papá". Ya hace algo más de un año, un numeroso rebaño de pijos se dedicaron a aterrorizar un municipio de los alrededores de Madrid por aquello de divertirse buscando "emociones fuertes", luego de haberse empapado en alcohol y drogas. Ahora resulta que en un paso más hacia el abismo, los niñatos de la noticia de El Periódico practican la violación de viviendas y robo a domicilio con ese mismo objetivo; al parecer han declarado que buscaban "nuevas sensaciones", aunque de paso revendían lo que robaban. La cosa es que o no habían encontrado esas sensaciones que les indicaran que seguían vivos o ya estaban enganchados completamente a ellas, porque a los cuatro pijos de marras se les imputan un total de 28 asaltos a domicilio.

Lamentablemente y a pesar de que el cuarteto protagonista de la noticia son todos mayores de edad, el diario no da sus identidades ni muestra sus caras. Francamente, me gustaría ver sus jetas de frente y de perfil en toda la prensa. Aunque sólo sea para imaginar las caras que pondrían sus papás y sus mamás -seguramente patriotas y cristianos, muy cristianos- al ver retratados a sus retoños como lo que son: unos vulgares delincuentes amén de unos tarados mentales.

En la imagen, grupo de pijos fotografiados haciendo el saludo fascista en el interior de la discoteca madrileña Look.